Pesadilla en el paraíso

Bucear en el archipiélago de las Maldivas – un sueño para muchos buceadores. Sus aguas cristalinas, un mundo submarino repleto de colores y más de un millar de islas de coral invitan a explorar.

En octubre de 2014, el buceador austriaco Friedrich F. se encuentra de excursión con un grupo de buceadores. Es el segundo día en un safari de buceo y se disponen a realizar la segunda inmersión del día. Es una mañana tranquila, todos están perfectamente preparados y con ganas de realizar la siguiente inmersión. Nadie sospecha que la inmersión va a tener un final dramático.

Cuando el grupo se prepara para volver a la superficie y Friedrich lanza su boya se produce un trágico incidente. La cuerda de la boya es atrapada, arrastrando a Friedrich hacia la superficie a gran velocidad.

Una vez de vuelta a bordo, Friedrich no muestra señales físicas de que el acelerado ascenso haya tenido consecuencias para su salud. No es hasta aproximadamente 20 minutos después, cuando Friedrich se da cuenta, de repente, que apenas puede moverse y alerta a su compañero de buceo. “Tenía la sensación como de encontrarme en medio de una nube muy mullida. Apenas era capaz de moverme. No podía coordinar, era como si me encontrara bajo los efectos del alcohol.”, dice Friedrich, recordando el momento a día de hoy.

Los guías y los demás buceadores que se encuentran a bordo del barco, reaccionan rápidamente, administrándole oxígeno y llevándole por vía directa a la cámara hiperbárica de Kuramathi.

El día 15/10/14, aqua med recibe la llamada de emergencia: “El cliente ha tenido un grave accidente de buceo, ha realizado algunas inmersiones sucesivas durante los últimos días, después de una emersión ha vuelto desorientado a bordo, presenta cutis marmorata, tiene dificultades de hablar y en el transcurso aparece una paresia (= parálisis) del brazo izquierdo, se le ha suministrado oxígeno inmediatamente.” Todos estos síntomas hacen temer lo peor...

Los médicos de servicio de la cámara hiperbárica, entre los que se encuentra la doctora Susanne Röber, ordenan inmediatamente un tratamiento según la Tabla 6, que ya produce una primera mejoría en las capacidades del habla y en la orientación de Friedrich. ¡Es un primer atisbo de esperanza! Sin embargo, aparece otro síntoma – una paresia en la pierna izquierda, motivo por el que se inicia un nuevo tratamiento hiperbárico.

“No me acordaba de nada desde el momento de la inmersión, no sabía lo que me había pasado. Fue en el hospital, en la cámara hiperbárica, donde los médicos me dijeron que había tenido un grave accidente de buceo y que tenían que realizar más tratamientos conmigo”, dice Friedrich.

Como ya hay claridad sobre el grave pronóstico de Friedrich, el servicio de Assistance de aqua med comienza a organizar el viaje de vuelta del paciente, un vuelo con supervisión médica, para llevarle a casa. La línea aérea que consultan, no tiene disponibilidad para transportar una camilla hasta el 23/10 y tampoco puede proporcionar el acompañamiento médico.

El doctor Hendrik Liedtke (Coordinador de Resort Doc y director médico del Centro Médico de Kuramathi, en las Maldivas) se coordina estrechamente con la línea de emergencia para buceadores de aqua med. “No había atendido a un accidente de buceo tan grave desde hacía seis años. Otros pacientes que he tratado y que presentaban un síndrome de descompresión tan grave, o habían mejorado tanto al segundo día de tratamiento que pudieron emprender el viaje de vuelta con un vuelo regular, o fallecieron antes de la toma de la decisión”, afirma Liedtke.

Mientras tanto, el estado de Friedrich sigue empeorando. Se diagnostica un embolismo gaseoso arterial cerebroespinal (= una enfermedad de descompresión grave, que consiste en la transferencia de burbujas a los vasos sanguíneos del sistema nervioso central).
Durante los tratamientos en la cámara hiperbárica, Friedrich no es capaz de sostener su máscara de oxígeno por sus propios medios, padeciendo una debilidad extrema en los brazos y en las piernas. Tres médicos se alternan para acompañar a Friedrich durante los tratamientos, por lo que está bajo supervisión médica constante y directa.

Todos los involucrados están muy preocupados – caso de que Friedrich no respondiera bien al tratamiento, se le deberá de trasladar inmediatamente a una cámara hiperbárica con cuidados intensivos.

Pero, afortunadamente, al día siguiente ya hay señales que permiten bajar un poco la guardia. Friedrich responde bien al tratamiento hiperbárico, está despierto, aunque todavía un poco desorientado, e incluso es capaz de caminar unos pasos, con apoyo. ¡Es un gran éxito!

Los médicos prescriben que Friedrich reciba oxigenoterapia hiperbárica (OHB) a diario, según el esquema de tratamiento para las lesiones que tienen indicación para tratamiento con OHB (OHB = esquema = tratamiento ulterior en cámara hiperbárica, con una duración aproximada 1,5 h y una profundidad inferior a la que se aplica en las tablas de tratamiento primario), hasta que emprenda su viaje de vuelta.

Mientras tanto, la línea de emergencia de aqua med se asesora con los médicos in situ sobre si Friedrich, que debe viajar tumbado, puede hacerlo en un vuelo regular o se debe de recurrir a un avión ambulancia para llevarlo a casa. La decisión se pospone hasta el día siguiente.

El día 17/10, aqua med recibe la noticia de que la mejora continua. Friedrich ha sido capaz de llevar a cabo el quinto tratamiento en cámara hiperbárica sin necesidad de recibir apoyo médico directo en la segunda mitad de la sesión.

Se decide de forma coordinada que Friedrich sea recogido en las Maldivas por un médico de aqua med, que le acompañará en un vuelo de regreso regular. El 22/10 el médico de aqua med, Dr. Holger Ferstl, llega al aeropuerto de Male. Friedrich es transportado en hidroavión hasta el aeropuerto, donde es recibido por Holger. Friedrich está muy aliviado y contento de volver a casa. “Al principio, en el hospital de Kuramathi, yo aún me preocupaba en cómo hacer las gestiones necesarias para cambiar las reservas de avión para mi regreso, ya que el resto del grupo se iba a marchar antes, porque yo aún no estaba en condiciones para coger un vuelo. Pero los médicos me dijeron que ya se habían encargado de todo en coordinación con aqua med. De esta manera, no sólo el viaje de regreso fue perfecto, ¡sino también todo lo administrativo alrededor!”

El vuelo va bien, Friedrich se siente mucho mejor.

Una vez llegado a Austria, Friedrich es trasladado al Hospital de Graz, donde se prosigue con su tratamiento. El transporte y los tratamientos igualmente han sido previamente coordinados por aqua med, que no deja de seguir el caso muy de cerca, incluso después. En Graz se realizan más tratamientos hiperbáricos, una resonancia magnética, una ecocardiografía y se explora al paciente para determinar si ha sufrido un ictus, o no.

El 01/11 se le da el alta hospitalaria y en la posterior fase de rehabilitación, Friedrich aprende de nuevo a realizar tareas, incluso las más cotidianas: “Tuve que volver a aprender desde cero a subir por escaleras, comer con cubiertos, o a escribir. El poder volver a escribir de forma que pueda leerse lo que escribo, ha tardado tres meses.”

Aun habiendo pasado ya cerca de cinco meses, Friedrich se acuerda mucho de las semanas y meses después del accidente: “Al principio fue un gran shock cuando el médico en las Maldivas me dijo que al ingresarme yo sólo tenía un 50% de probabilidad para sobrevivir. Te da que pensar que, incluso habiendo sido una inmersión fácil y tranquila, y sólo por saltarme una parada de 5 metros/3 minutos, las cosas hayan podido ir tan mal tan rápido. Pero tengo claro que este incidente no va a acabar con mi afición por el buceo”.

Este caso demuestra lo importante que puede llegar a ser la colaboración de los médicos involucrados en el tratamiento del paciente y la organización en el fondo.


El doctor Hendrik Liedtke: “Me alegro mucho que este caso haya salido tan bien. Y también es cierto que vosotros, los de aqua med, habéis establecido toda una marca. Si alguien me pregunta ahora por mis experiencias con aqua med, le daré una recomendación de primera mano. La línea de emergencia, las devoluciones de llamada por parte de compañeros de profesión especializados, la toma a cargo de los costes, incluyendo la opción de un avión ambulancia, todo ello en sólo unas horas, ¡eso es servicio de primera categoría, a nivel internacional!”

Friedrich: “Al final, me gustaría agradecer nuevamente a TODOS los que han estado involucrados en mi caso. En primer lugar, a las personas que me prestaron los primeros auxilios a bordo del barco, luego, a todo el equipo de AQUA MED, particularmente a usted, doctor Ferstl, e igualmente, y cómo no, a los médicos de Resort Doc y a los colaboradores de la cámara hiperbárica, que estaban de servicio en la isla de Kuramathi, y por último, aunque no menos, a mi compañero de buceo.”